Excursión a las Cataratas del Niágara desde Nueva York
Español-Inglés / 19-20 horas / Transporte en Bús / Paseo en barco

Si piensas volar hasta Nueva York y quieres hacer de esta experiencia algo inolvidable, no dudes en incluir una Excursión a las Cataratas del Niágara dentro de tus planes.
Son muchos quienes vuelven a repetir esta escapada.
El viaje de un día hacia la zona Noroeste de América del Norte, situada en Canadá, te permitirá ver este increíble espectáculo de la naturaleza.
Con el objetivo de exprimir la oportunidad, saldremos a las 4.00 horas desde Times Square en Nueva York hacia la frontera de Estados Unidos con Canadá. Este viaje tiene una duración aproximada de 7 u 8 horas.
El trayecto tendrá lugar en un autobús perfectamente acomodado donde habrá una parada para poder descansar y estirar las piernas. A través de sus cristales podréis ver bellísimos paisajes de camino a nuestro destino.
Llegaremos sobre las 11.00 horas de la mañana.
Así, la primera impresión que suele causar tal estampa es de asombro. Un profesional os explicará cuál es el origen de este fenómeno, cuántos metros cúbicos de agua tiene la cascada o incluso qué filmografías se han rodado en el lugar.
Las Cataratas del Niágara poseen distintos miradores desde donde se puede contemplar esta belleza con varios ángulos. Los saltos de agua son realmente increíbles, entenderéis con esta visita por qué se trata de una de las cataratas más famosas del mundo.
Actividad según la época del año
Para poder conocerlas al máximo existen dos actividades programadas en las cataratas:
- En primer lugar, de noviembre a abril, consiste en ir hasta un punto elegido según la meteorología del día para poder verlo desde un punto realmente de infarto. Entre los posible está el mirador Terrapin Point situado en Goat Island. Desde aquí se puede ver la más destacada de las tres cataratas, Horseshoe Falls.
- Mientras que si la visita es de mayo a octubre realizaremos un paseo en barco por las cataratas. El Maid of the Mist será el encargado de hacernos ver la grandiosidad de este fenómeno.
Una vez que conozcamos las cataratas desde un plano cercano tendréis tiempo libre para comer por vuestra cuenta.
Cuando hayamos recuperado fuerzas, volveremos a Nueva York con la pilas cargadas por esta maravillosa experiencia.
Si no queréis pasar tantas horas viajando en autobús, echad un ojo a nuestra excursión a las cataratas del Niágara en avión, la opción más clásica.
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